domingo, 14 de marzo de 2010

Italia: Rimini

Esta semana, y por trabajo, he tenido que visitar Rimini. Esta ciudad italiana, de la costa Adriática, es uno de los centros de turismo más importantes del país. De hecho, se parece a cualquier urbe playera de aquí, tipo Benidorm, pero con la diferencia de que la mayor parte de la playa es privada, está acotada por unos arcos numerados y que, o son de pago o pertenecen a hoteles. Además de tener zona de playa, al haber sido una importante ciudad romana, conserva un bonito centro e importantes monumentos como un anfiteatro, un arco del triunfo o el Puente de Tiberio.

Estando como estaba en Italia pensaba que solo me alimentaria de pizza o pasta, pero no, aquí empieza la parte gastronómica del tema y la primera sorpresa: "El Aperitivo", una costumbre principalmente del norte y con algunas diferencias con el nuestro, por ejemplo, se toma por la tarde, entre las 18 a las 21/22 horas. Otra diferencia es que es tipo buffet, se puede comer todas las tapas que se quiera, por eso el precio de la consumición es caro: entre 3 y 6 euros. Ojo: en la hora del aperitivo todo suele costar igual (lo mismo da agua que vino) y cada consumición de bebida se paga cara, por lo que es conveniente ir con hambre. La mayor parte de la gente bebe cerveza o vino blanco espumoso (frizzante).

Y para cenar una recomendación: Osteria il mare in piazza en la Via Luigi Polenti 8, al lado de la plaza principal de la ciudad (Piazza Cavour) donde cenar grandes raciones de pescado, muy bien cocinado, y variedades de marisco a la plancha con un toque distinto al de aquí. Yo recomiendo el Antipasto de Pesce: dos impresionantes bandejas, una de Mejillones y Almejas en salsa y otra de Pulpo, Sepia, Langostinos y Cuscus (que sobraba). Hay que probarlo. Al estar cocinado de una manera distinta a la de aquí resulta original y alejado del tópico pizza/pasta.

domingo, 7 de marzo de 2010

Logroño: El paraiso de las tapas

Actualización: Los bares comentados en esta entrada siguen existiendo y sus tapas "clásicas" siguen siendo las mismas pero la oferta del lugar ha crecido y en verano de 2.013 hemos vuelto a visitar la ciudad por lo que te recomendamos que después de leer este post continues por aquíLogroño II: Volvemos al paraiso

Logroño es la ciudad del tapeo por excelencia, tiene un par de zonas muy buenas y muchas calles con bares pero la zona por excelencia es La Laurel que comprende las calles de San Agustín, Albornoz, Travesía del Laurel y la famosa calle Laurel.

En esta entrada solo vamos a hablar de esta última calle, también conocida como “La senda de los Elefantes” (por las trompas que pilla allí la gente) ya que allí nos fuimos un grupo de amiguetes con un único objetivo: recorrernos todos los bares de la calle probando su tapa típica. En menos de 200 metros de calle hay 24 bares (sin contar los restaurantes), cada uno con una o dos tapas “estrella” por lo que necesitamos un par de noches para completarlos todos.

Se trataba de comer porque para beber estaba fácil, Rioja, claro. En Logroño los vinos son muy baratos, por unos 2-2,5€ tienes la tapa y el vino. El tamaño es más pequeño que en otras ciudades lo que permite tomar un vino rápido en cada bar sin acabar demasiado “trompa”. Se pide por tipo: “crianza”, “reserva” o “rioja a secas”, la marca da igual, son todos exquisitos y la temperatura perfecta, el sitio donde mejor cuidan este detalle.

El bar más famoso de la calle era el Simpatia que desde los años 70 fue uno de los locales que fomentó la fama de esta calle gracias a sus Cojonudos, un pincho de chorizo con huevo de codorniz sobre pan. Recientemente ha cerrado y ahora esa tapa se puede tomar en un bar al lado, Donosti, con una gran variedad de pinchos. En comparación con su antecesor se pierde algo de gracia ya que el de antes era más “bareto”.

Otros clásicos son El Soriano, donde solo hay una tapa: pincho de champiñones y Villa Rica donde se comen Zapatillas, que es una rebanada de pan payés con tomate y jamón a la plancha.

Y esto no ha hecho más que empezar… hay mucho más:

- Nosotros empezamos la ruta desde abajo, en sentido de la numeración de la calle. El primer bar es La Taberna del Laurel (en el 7 de la calle) para empezar la ruta con una buenas bravas. Hay que probarlas también en Jubera (en el 18) y compararlas. Yo no soy capaz de decir cuales son mejores.
- Achuri, especializado en encurtidos, no tiene gracia ya que sus tapas no llaman nada la atención, quizá lo más curioso sea la cabeza de ajo en vinagre.
- Mesón el abuelo, de toda la vida, hay que probar la sepia
- Pagano, un local muy amplio y algo frío pero con una pinchos morunos de vicio.
- Entremuros, este bar, y el de al lado El Muro comparten cocina y los pinchos son los mismos. Aquí no hay una única especialidad sino muchas, en plan vasco. Cualquiera es excelente, las guías recomiendan el pimiento relleno.
- Juan y pinchamé, brocheta de piña y langostinos. Una de las mejores tapas de la calle.
- Bambi, también brocheta (pero aquí) de sepia.
- El Cid y sus setas a la plancha.
La Tasca del pato, con una cuidada decoración. La especialidad es el Txangurrito, una zamburiña rellena de nécora. Tan rico que repetimos.

Y este es solo un resumen de una calle, la ciudad da para más, rodeando a la Laurel hay para sitios para otro fin de semana y sino, menos turística, está la calle de San Juan.

Definitivamente el mejor sitio para una escapada de amigos que disfruten de los buenos bares. De diez. Si quieres leer la crónica de nuestro segundo viaje continua por aquíLogroño II: Volvemos al paraiso

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