L'Albufera Moraleja... la mejor paella del mundo 2.015

Nunca habíamos ido a comer una paella en Madrid, y no creo que vayamos a muchas más, pero en este caso queríamos probar la receta de Julián García ya que, por segunda vez (2.013 y 2.015), había ganado el Concurso Internacional de Paella Valenciana de Sueca a la mejor paella del mundo. El concurso tiene una estrictas normas sobretodo en lo que respecta a los ingredientes, algo que gustará a los puristas ya que solo se puede usar pollo y conejo, ferraura (judia verde plana), judia redonda, garrofó (alubia blanca plana y grande), caracoles, tomate, sal, pimentón y azafrán.

Julián García es, además de dueño de La Posada Real de Santa Maria en Campo Rus (Cuenca), el jefe de cocina de L'Albufera, un lugar que como podéis imaginar viendo donde está es bastante pijo en cuanto a su clientela. Un bonito local, con amplios ventanales y una terraza con fuentes con un buen y atento servicio, cercano y educado al que el único pero que se le puede poner es que no nos dejó tomarnos un vermú previo: lo intentamos en la terraza de la entrada y nos invitaron a ir a tomarla a la barra del salón pero una vez en el salón nos mandaron a la mesa sin opción. A nosotros y a otro grupo que vino detrás e intentó lo mismo.

La paella estaba correcta. De las mejores que hemos comido por Madrid pero mucho peor que la mayoría de las que hemos comido en Levante y, valga la modestia, también peor que la mía. Paella valenciana de verdad pero a la que le faltaba un toque, algo de sabor. Hemos leído que Julián García no está en cocina los sábados (día que estuvimos) pero esto no debería ser motivo ya que siendo el jefe de cocina la receta debería prevalecer. Más bien nos dió la sensación de que estaba preparada con poca cocción previa, el arroz no había cogido todo el sabor de la carne y las verduras, escasa, sabían a hervidas. Eso si, el punto del arroz era óptimo y con el toque de pimentón daba una buen sabor final pero para nada "la mejor paella del mundo". Quizá si la más cara, 21 euros la ración.

El resto de la carta tiene una selección de arroces y fideuas a precios bastante altos, por ejemplo casi 25 euros el arroz a banda. Y como no solo de arroz vive el hombre la carta se completa con carnes, pescados, ensaladas y entrantes de lo más variado y que se pueden pedir por raciones o por medias raciones: jamón que tenía una pinta espectacular, chistorra, morcillas o del mar como chipirones y colas de gambas que fueron nuestras elecciones.


No está mal para comer con niños ya que el sitio es amplio, cómodo y, además, dispone de un servicio de animación que sobre las 15:30 recoge a todos los peques del local y cual flautista de Hamelin se los lleva hacía una zona anexa a jugar, pintar, etc.

En definitiva, un buen sitio con buenos productos pero caro, muy caro. Nuestra cuenta con agua, dos cokes, una cerveza, paella para tres, media de chipirones, media de colas de cigalas, un postre (mención a parte para los postres a 7,90€ el más barato), una botella de Gran Juve Camps (30€) y un café (3€) salió por 170 euros. Bastante caro para ir a comer paella... aunque digan que es la mejor del mundo.

Comentarios

  1. Siempre ha sido un sitio "pijo". No me sorprenden los precios.
    Para mi gusto mucho mejor un arroz que una paella, creo que la paella es un plato mitificado. Uys, espero que ningún valenciano me lea :-)

    Salut!

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    1. Jajaja pues valencianos o relacionados con Valencia hay muchos por este blog!!! Una paella normal quizá sea peor que un arroz pero una PAELLA, una de las buenas, de las que tiene el sabor que tiene que tener nos es comparable a nada ;)

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  2. Desde luego 21 euros es un exceso, por muy buena que esté una paella.

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